sábado, 26 de septiembre de 2015

Estoy de regreso... y vamos por algo nuevo

Para nuevos visitantes: en la esquina inferior derecha del blog pueden encontrar una lista desplegable con todas las entradas publicadas. Leer las primeras semanas puede ser interesante para aquellos que quieran entender mejor este proceso.

He experimentado muchos cambios en mi vida durante el último año. La verdad es que me quedó poco tiempo para escribir. Pero estoy de vuelta.

Va a ser interesante el haber dejado de contar los pormenores del día a día porque la experiencia acumulada en estos meses es bastante interesante a la luz de las discusiones que se suscitan hoy en día sobre si es más importante para bajar de peso el ejercicio o la moderación al comer.

Para explicarles lo que voy a intentar hacer en los próximos días tengo que ponerlos al corriente. Todos tranquilos. ¡He logrado mantener mi peso! Incluso bajé unos tres kilos más. Estoy en 106 en este momento. Pero mi meta de los 90 kilogramos de peso está aún un poco lejos.

Mi rutina de actividad física ha cambiado mucho. La última vez que actualicé el blog estaba trabajando sobre la meta de hacer no menos de 10.000 pasos al día. Eso significa más o menos caminar siete kilómetros diarios sumando todas las actividades. En términos prácticos eso es caminar como rutina de ejercicio unos cuatro kilómetros (40 minutos aprox.) Este ha sido el mayor cambio: actualmente corro siete kilómetros diarios de martes a viernes y nueve kilómetros los sábados y domingos con un descanso los lunes. Y cada dos días hago una rutina de 25 minutos de TRX. Radicalmente distinto. Pasé de ser una persona que hacía ejercicio moderado a una persona que se ejercita regularmente y con alguna intensidad. Mi estado físico ha cambiado. Pero mi cuerpo no mucho...

¿Sorprendidos? Pues la verdad yo también. Con esa cantidad de ejercicio lo normal es que hubiese bajado más peso, al menos en teoría. Pero no ha pasado.

Falta una parte de la historia. Ya lo habrán deducido a estas alturas. Sí, estoy comiendo más calorías que antes y, para ser sincero, he fallado en la aplicación de las cuatro reglas de Paul Mckenna.

Coma cuando tenga hambre, no cuando tenga mucha hambre.
Coma lo que quiera comer, no lo que crea que debe comer.
Coma despacio, disfrutando cada bocado, concentrado en ello, haciendo pausas y concentrado en su sensación de saciedad.
Cuando se sienta lleno pare, no importa cuánta comida quede en su plato.

La primera y segunda reglas son relativamente fáciles de seguir. Con esas poco problema. La tercera, que considero la más importante, no la estoy aplicando. Pierdo control sobre mi sensación de saciedad y estoy comiendo más. Y la última no se cumple como consecuencia de las dificultades con la primera. No me siento lleno, como de más y dejo los platos limpios no importa el tamaño de la porción. 

Esta foto es de hace un mes... mantengo mi peso. Pero no bajo más.


Todo esto indicaría que el ejercicio me ha ayudado a mantener el peso pero no ha contribuido grandemente a reducir mi peso. Lo curioso es que sigo manteniendo un supuesto déficit calórico diario. En términos de calorías estoy consumiendo entre 2.500 y 2.700 al día en promedio. Eso me pone en un superávit frente a la meta de 1.200 pero el ejercicio debería compensarlo. No está ocurriendo. Mis monitores me dicen que estoy generando el déficit necesario pero no bajo de peso (ahora uso el Fitbit Surge conectado a Myfitnesspal)

Vamos a probar entonces si la alimentación es más importante que el ejercicio para bajar de peso. Vuelvo a poner mi mente en modo "Mc Kenna" y trataré de cumplir las 4 reglas. Y entramos en la discusión de si es más importante cuánto comemos que la cantidad de ejercicio. Lo veremos en las próximas semanas. Estaré publicando una entrada semanal contándoles cómo avanzo.

Gracias por leerme.






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